El consejo legal profesional puede ser trascendental a la hora de realizar movimientos que impliquen cierto riesgo personal o patrimonial. Se consigue ahorrar complicaciones, tiempo y en la mayoría de los casos dinero.
Si la asesoría legal es de gran importancia para resolver innumerables problemas, todavía más en las operaciones donde haya cantidades considerables de dinero en movimiento.
Por ser frecuentes, se mencionan algunos puntos comunes donde la asesoría jurídica acostumbra a prevenir problemas de envergadura:
En lo que a obligaciones tributarias y financieras respecta también se ha de hilar finamente si no se quieren experimentar sanciones o incluso penas de privación de libertad.
Dentro de la sociedad de la información existen numerosas fuentes donde obtener información genérica aunque en ello aparecen dos problemas fundamentales:
1º) No cuenta con las particularidades del caso en concreto que puedan existir desde el primer momento o que aparezcan después. Una cuestión importante es además que existen diferentes niveles de producción de normas. En España, en todas las Comunidades Autónomas, existen asambleas con capacidad legislativa con competencias propias. Se presentan múltiples formas de interpretar la Ley, o los contratos, y esto se insiste que debe de hacerse para cada caso en concreto.
2º) La información puede ser completamente falsa en el contexto de aplicación. Una razón frecuente es la pérdida de la vigencia legal ya que la normativa cambia de forma constante. Por si fuera poco, como nos indica el Código Civil de 1889, las fuentes del derecho son la Ley, la costumbre y los principios del derecho; asimismo puntualiza que la jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico en la doctrina que de modo reiterado establezca el Tribunal Supremo (art. 1.6). Esto quiere decir que de un día para el otro alguna sentencia del alto tribunal podría cambiar el sentido de las cosas de forma cuasi absoluta.
Si se está preguntando que clase de procedimiento judicial necesita para la protección de sus derechos e intereses legítimos, se ha de remarcar que en las cuestiones importantes la Ley no permite que usted se represente a si mismo sino que ha de contar necesariamente con la figura de un abogado. Desde aquí se recomienda ergo que sea el abogado el que tome las riendas del asunto desde el primer momento y se vayan decidiendo las direcciones que mejores expectativas ofrezcan.